Maritza Gutiérrez acudió con un fuerte dolor de estómago a la clínica 55 del IMSS y le suministraron medicamento para calmar supuestos síntomas de colitis, sin embargo, debido a las deficiencias en la atención tuvo que recurrir al sector privado en donde le indicaron que el diagnóstico era erróneo, ya que en realidad tiene un embarazo de alto riesgo.
La derechohabiente decidió hacer una denuncia pública de lo ocurrido porque además de haber sido mal atendida y diagnosticada, no ha conseguido que el instituto le extienda el formato de incapacidad que necesita presentar en su centro de trabajo para justificar sus ausencias y el reposo que debe guardar.
En entrevista con El Sol de Puebla contó que el pasado sábado comenzó a sentirse mal y acudió a la clínica 55 del IMSS, en Amalucan, en donde le dijeron que padecía colitis y le suministraron medicamentos, sin embargo, debido a que continuó con malestares y los servicios del IMSS estuvieron suspendidos el domingo tuvo que recurrir al sector privado, en donde tras realizarle un ultrasonido le indicaron que en realidad está embarazada.
La mujer expuso que con los estudios de laboratorio del sector privado acudió nuevamente al IMSS el pasado lunes para comenzar su control médico, sin embargo, el doctor que la atendió le pidió acudir al Hospital General de zona número 20, mejor conocido como La Margarita, a realizarse un ultrasonido.
“De la Margarita, después de hacerme el ultrasonido me dijeron que lo iban a enviar a mi médico, entonces ayer regresé a la clínica otra vez para que me dieran la consulta ya con el estudio, pero ahí me empecé a sentir mal y empecé a sangrar”, narró.
Maritza indicó que a pesar de la situación, el médico le indicó que debía dirigirse de nueva cuenta al Hospital La Margarita para ser atendida y se negó a suministrarle algún medicamento para el dolor.
Fue entonces que durante el traslado al nosocomio comenzó a sentir mayor malestar y aumentó el sangrado, de tal forma que se vio en la necesidad de acudir de nueva cuenta a una clínica particular, en donde la estabilizaron.
“Ya en la clínica me dijeron que tengo un embarazo de alto riesgo y el sangrado fue por una amenaza de aborto, entonces me mandaron reposo, no puedo hacer esfuerzo, ni subir escaleras, pero necesito la incapacidad para el trabajo y por eso volví a ir a la clínica a tramitarla pero me tuvieron tres horas esperando y al final me dijeron que tengo que ir a formarme hasta que me toque ficha”, narró.
La mujer consideró injusto que a pesar de su condición de salud y de que ha tenido que gastar en el sector privado para recibir la atención que por ley merece en el IMSS, el instituto no le facilite el trámite de su incapacidad.
Esta casa editorial solicitó información respecto al caso a la delegación del IMSS en Puebla y a través de su departamento de comunicación social se indicó que se revisaría el expediente de la denunciante para dar información posteriormente.