Ecuador ha declarado como persona non grata a la embajadora mexicana en Quito, a raíz de los comentarios emitidos por el presidente de México acerca de las elecciones de 2023 y el homicidio del candidato Fernando Villavicencio.
De acuerdo al comunicado emitido, el Gobierno ecuatoriano ha tomado la medida sin precedentes de declarar como “persona non grata” a la Embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur Smeke.
La medida adoptada por Ecuador responde a comentarios emitidos por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los cuales fueron considerados inapropiados y fuera de lugar por el gobierno ecuatoriano.
Estas declaraciones hacían referencia a los eventos electorales del año 2023 en Ecuador, así como al trágico asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, un suceso que sacudió los cimientos de la nación y dejó en evidencia los desafíos de seguridad y gobernabilidad que enfrenta.
El Gobierno de Ecuador, a través de su comunicado, expresó su malestar y desacuerdo con las palabras de López Obrador, percibiéndolas como un ataque directo a la soberanía y a la integridad del proceso democrático ecuatoriano.
¿Qué dijo López Obrador?
En su conferencia matutina del miércoles, López Obrador calificó de “extrañas” las elecciones de 2023 en las que ganó el presidente Daniel Noboa.
“Hubo elecciones en Ecuador, iba la candidata de las fuerzas progresistas como 10 puntos arriba, 10 puntos. Como tres, cuatro, cinco candidatos más. Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va a arriba, de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae, y el candidato que iba en segundo sube. Pero la candidata que queda después de este asesinato como sospechosa sigue haciendo campaña en circunstancias, considero, muy difíciles porque imagínense a todos los medios, pero ella sigue y sigue y sigue.
“¿Y qué implementan o cuál es la segunda etapa? El crear un ambiente enrarecido de violencia, al grado que van los candidatos —y esto lo difunden todos los medios— con chalecos a los debates. Pero todo armado. Pues no ganó la candidata y lo más lamentable es que continúa la violencia, que utilizaron nada más el momento”, declaró López Obrador.
“Y esto lo estoy exponiendo para que los dueños de los medios y los que participan en todas estas campañas asuman su responsabilidad, porque todos somos responsables, todos somos responsables, y todos estamos olvidados a actuar con integridad, con principios”, agregó el Presidente.
La reacción de Ecuador
En este sentido, Ecuador tomó la decisión de declarar como “persona non grata” a la Embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur Smeke.
Ecuador aún se encuentra aún en un proceso de duelo y recuperación tras el asesinato de Villavicencio, un evento que no solo conmovió a la sociedad ecuatoriana sino que también puso de relieve la amenaza que el crimen organizado transnacional representa para la estabilidad y la paz en el país.
En este contexto, el gobierno ecuatoriano ha hecho énfasis en su compromiso con la dignidad nacional, la soberanía del Estado y el respeto por el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países, en consonancia con lo estipulado en el artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
La declaración de la embajadora mexicana como persona non grata es un reflejo de este compromiso.
¿Qué significa ser una persona non grata?
Ser una persona non grata, término que proviene del latín y significa “persona no agradable”, es una etiqueta utilizada en diplomacia para indicar que un determinado individuo no es bienvenido o aceptado.
En el contexto diplomático, este estatus se aplica a diplomáticos o agentes extranjeros cuya conducta ha sido considerada inaceptable por el gobierno del país anfitrión, llevando a que se les pida abandonar el país.
Aunque su uso es más frecuente en relaciones internacionales y diplomacia, el término también puede utilizarse en un sentido más amplio para referirse a cualquier individuo o grupo que es considerado indeseable o no bienvenido en una comunidad, organización o evento.
En estos casos, no implica la expulsión legal o física del individuo, sino más bien una expresión social o institucional de desaprobación.