Como ocurre cada cuatro años, el calendario aumenta un día. En lugar de tener 365 días, este 2024 tendrá 366, lo que significa que es un año bisiesto.
Dado que febrero es el mes que tradicionalmente dura menos, es durante este segundo mes del año que se agrega una fecha extra: el día 29.
Si tomamos en cuenta que la Tierra ocupa 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos para dar una vuelta alrededor del Sol, a cada año le sobran más de 5 horas. Acumular todo este tiempo no es óptimo. Para compensar lo anterior, cada cuatro años agregamos un día extra en el calendario.
Además de esta explicación relacionada con la ciencia, existen muchas curiosidades alrededor del 29 de febrero, ¿cuántas de ellas conoces?
La palabra “bisiesto” proviene del latín «bis sextus dies ante Kalendas Martii», que significa “el sexto día antes del mes de marzo”, en otras palabras, es el día que sucede entre el 23 y 24 de febrero que impuso el emperador Julio César.
En el calendario gregoriano, empleado en la actualidad e instaurado por el papa Gregorio XIII a partir de 1582, este día extra se situó al final del mes de febrero 29 de febrero.
Por la rareza de la fecha, muchas personas consideran que el 29 de febrero es de mala suerte. En Alemania, un viejo proverbio campesino dice “Schaltjahr gleich Kaltjahr”, en otras palabras, un año bisiesto será un año frío.
En Grecia, el día se asocia con el matrimonio, donde se dice que las uniones maritales un 29 de febrero traen mala suerte, pues están destinados a terminar divorciados. Del mismo modo, si alguien está lo suficientemente desesperado como para no aguantar más y decide divorciarse el 29 de febrero, los griegos estiman que estará condenado a nunca volver a encontrar el amor.
Para otras culturas, en cambio, se trata de un año único de abundancia y durante este día se planean diferentes rituales que van desde encender velas especiales hasta llevar a cabo rituales de limpieza y purificación en el hogar o lugar de trabajo.
Ya sea en sentido positivo o negativo, este esperado día equivale a cambios a nivel global.
La posibilidad de nacer un 29 de febrero es de 1 entre 1.461. Esta probabilidad tiene origen en la división de uno entre la suma de los días que hay en cuatro años, es decir, tres veces por los 365 días de los años no bisiestos más 366 días del año bisiesto.
Las personas que nacieron en esta fecha suelen celebrar su cumpleaños un día antes o después de la fecha, pero como dijo la actriz francesa Michele Morgan, fallecida a los 96 años. “Este privilegio de envejecer cuatro veces más despacio que los demás es el primero de una larga serie de golpes de suerte que he tenido a lo largo de mi vida”.