Las sustancias encontradas en el pollo que se vendía en la bodega en la que fueron privados de la libertad cuatro trabajadores en diciembre del año pasado en Toluca, pueden producir cáncer, siempre y cuando sean detectadas en altas concentraciones, confirmó María Magdalena García Fabila, profesora de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).
La semana anterior la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aseguró dos inmuebles en Toluca en donde se vendía pollo por su presunta relación con la comisión de hechos ilícitos. Uno de estos está ubicado en la colonia Parques Nacionales, en la capital mexiquense y de ahí habrían sido sustraídos por un grupo delictivo cuatro trabajadores derivado de un aparente conflicto económico con la dueña del lugar.
La Fiscalía informó que el pollo asegurado fue analizado y a través de pruebas periciales detectaron la presencia de “poliacrilamida, carboxilo modificado, alto contenido de carboxilo, tartrato de sodio y potasio, sustancias que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer”. Agregaron en una comunicación que “los alimentos asegurados no son aptos para el consumo humano”.
Pollo, no debe contener compuestos sintéticos
La universitaria refirió que el pollo es una proteína pura de origen animal que no debería de contener compuestos sintéticos y explicó que “La poliacrilamida es un polímero utilizado en algunos empaques, en algunos empaquetamientos, pero cuando dice modificado con carboxilo modificado, me supongo que podríamos hablar de acrilamidas liberadas”.
En lo que refiere al tártaro de sodio y de potasio, señaló que se trata de un compuesto que se utiliza como emulsificante, pero también es empleado en en la perfumería, por lo que tampoco tendría que estar en el pollo.
“Se puede llegar a utilizar tal vez como un conservador también, pero no es un compuesto que debería de estar, no debe de estar en el pollo, no es común encontrarlo en el pollo”.
La iscalía subrayó que los compuestos supondrían un riesgo para los consumidores, sin embargo, no informó las cantidades en las que fueron localizados. En esta tesitura, la académica agregó que en caso de ser hallados en dosis altas, sí simbolizaría un riesgo para la salud.
“Solo que hayan sido encontrados en muy altas concentraciones pues si podrían ser peligrosos. No creo que esos tengan un reporte como cáncer, ahí lo interesante sería observar la concentración en la que fueron encontrados”.
Combatir alimentos contaminados desde el hogar
Si bien los ciudadanos no pueden conocer la ruta u origen de todos los alimentos, lo cierto es que hay medidas que pueden ser seguidas para disminuir la posibilidad de consumir algún producto contaminado.
“Hay una serie de sellos que se utilizan para certificar las pollerías, entonces podríamos revisar que estén certificadas, que tengan una balanza con sus sellos , que haya ido a la Secretaría de Salud, etc.. Yo creo que eso es lo que mejor podríamos hacer es revisar el sitio en donde nosotros compramos para que pudiéramos estar un poco más tranquilos de donde compramos el alimento”.
Aunado a ellos, explicó que los compuestos referidos por la fiscalía pueden ser disueltos en agua y eliminados con un tratamiento adecuado, siempre y cuando no existan en cantidades excesivas.
“Si hervimos, tiramos esa primera agua y después nos vamos volvemos a poner en agua caliente y eso me podría dar un poco de seguridad de qué ya no voy a ingerir esa sustancias que esté mal disueltas en el agua, porque son solubles en agua”.